06 feb 2006
Barcelona (Grup de suport)
(La informació que tenim de la situació de 3 de les persones detingudes és extremadament greu. Una d’elles té un greu trau al cap, l’altre té l’ull blau i un braç envenat. La persona que es troba en pitjors condicions va ser apallissat brutalment per nombrosos policies i arrossegat fins al punt de que se li va arrancar una rasta. També té un braç escallolat i l’altre envenat.)
Ultim comunicat sobre els fets de Sant Pere més Baix
Després de que aquest cap de setmana haguem pogut ser testimonis de les jornades per la prevenció de la tortura, on ha quedat patent la utilització sistemàtica d’aquestes pràctiques, tornem a ser testimonis, un cop més, de la impunitat amb què actuen els cossos i forces de seguretat.
Els fets van succeir, el dissabte 4 de febrer de 2006, aproximadament a les 6.30h, davant del teatre okupat del carrer Sant Pere Més Baix, en el barri de Santa Caterina.
La policia, que va estar present al barri des de, aproximadament les 22h, decidiren, a les 5h de la matinada, van començar les agressions a persones que estaven al carrer, per part de la guardia urbana. Després de apallissar brutalment a diverses persones i de disparar tres vegades amb foc real, finalment van detenir arbitràriament a 9 d’elles.
Segons la primera versió de Joan Clos i els mass media, un policia va ser ferit per un test llançat des de la balconada del teatre. En aquests moments contem amb una nova versió dels fets. Aquesta versió fou modificada 14 hores més tard argumentant que no fou un test sinó una pedra llançada entre vàries persones.
Segons testimonis presencials, a un dels detinguts la van emmanillar de peus i mans i li van propinar una pallissa enmig del carrer entre 8 policies (entre agents dels mossos desquadra i de la guàrdia urbana). Fins a les 19:30 del mateix dia, aquest jove estava desaparegut, i cap cos policial va donar informació sobre el seu parador i/o el seu estat de salut. Aquest fet,sense dubte il·legal, fa que els familiars i amics del jove van patir per la seva integritat física, igual que per la de la resta de detinguts.
Dissabte a la tarde, els mossos d’escuadra es van apoderar de Santa Caterina, creant un autèntic estat policial en el barri. Van començar la seva particular caça de bruixes contra diversos centres socials del barri que gens tenen a veure amb el teatre. També van practicar detencions arbitràries contra qualsevol persona que vestia amb una suposada estètica okupa. Per altra banda, ni el grup de suport als detinguts, ni l’advocat, ni els familiars, van tenir noticies fins passades les 22h del dissabte. En aquests moments encara hi ha una noia desapareguda, els pares de la qual, han posat una denúncia per desparició.
La informació que tenim de la situació de 3 de les persones detingudes és extremadament greu. Una d’elles té un greu trau al cap, l’altre té l’ull blau i un braç envenat. La persona que es troba en pitjors condicions va ser apallissat brutalment per nombrosos policies i arrossegat fins al punt de que se li va arrancar una rasta. També té un braç escallolat i l’altre envenat.
Les agressions van ser prou greus com per que haguessin de ser hospitalitzats, encara així, ens consta que un cop van abandonar l’hospital, les agressions van continuar, amb la impunitat que implica la incomunicació a la que van ser sotmesos.
Durant el temps que duen detinguts no han rebut menjar i només els hi han donat mig got d’aigua.
És per aixó que us demanem, com a col·lectius que esteu lluitant en contra de les pràctiques de la tortura, el màxim suport que pogueu oferir. Ja sigui difonent la noticia o intentant pendre part en la investigació de les tortures que estan patint les persones detingudes. Tenint present que molt probablement algunes d’elles seran empresonades, i la seva situació podria empitjorar.
Último comunicado sobre los hechos de Barcelona en Sant Pere més Baix
Después de que este fin de semana hemos sido testigos de las jornadas por la prevención de la tortura, donde ha quedado patente la utilización sistemática de estas prácticas, volvemos a ser testigos, una vez más de la impunidad con la que actuan los cuerpos y fuerzas de seguridad.
Los hechos sucedieron el sabado 4 de febrero de 2006, aproximadamente a las 6:30h, delante del teatro okupado del Carrer Sant Pere Més Baix, en el barrio de Santa Caterina.
La policia, que estuvo presente en el barrio desde aproximadamente las 22h, decidieron a las 5h de la madrugada, comenzar con las agresiones a persones que estaban en la calle por parte de la guardia urbana.
Después de golpear brutalmente a varias personas y de disparar tres veces con fuego real, finalmente detuvieron arbitrariamente a 9 de ellas.
Según la primera versión de Joan Clos y los mass media un policia fue herido por un maceta lanzada desde el balcón del teatro. En estos momentos contamos con una nueva versión de los hechos. Esta versión fue modificada 14 horas más tarde argumentando que no fue una maceta sino una piedra lanzada entre varias personas.
Según testimonios presenciales, a uno de los detenidos lo enmanillaron de pies y manos, y le propianaron una paliza en medio de la calle entre ocho policias (entre agentes de la guardia urbana y de los mossos de esquadra) hasta las 19:30h del mismo día, este joven estaba desaparecido, y ningún policia dio información sobre su paradero o estado de salud. Este hecho, sin duda ilegal, hace que los familiares y amigos del joven han sufrido por su integridad física, igual que por el resto de detenidos.
El sábado a la tarde, los mossos de esquadra se apoderaron de Santa Catarina, creando un auténtico estado policial en el barrio. Comenzaron su particular caza de brujas contra diferentes centros sociales del barrio que no tienen nada que ver. También practicaron detenciones arbitrarias contra cualquier persona que vestia con una supuesta estética okupa.
Por otra parte, ni el grupo de apoyo a los detenidos, ni el abogado, ni los familiares tuvieron noticias hasta pasada las 22h del sábado. En estos momentos aún hay una joven desaparecida,los padres de la cual, han puesto una denuncia por desaparición.
La información que tenemos de la situación de tres personas detenidas es extremadamente grave.
Una de ellas tiene una grave contusión en la cabeza, otra tiene un ojo amoratado y un brazo vendado. La persona que se encuentra en peores condicones fue apalizada brutalmente por numerosos policias y arrastrandole hacia al punto de que se le arranco una rasta.
También tienen un brazo escayolado y el otro vendado. Las agresiones fueron lo suficientemente grave como para que fueran hospitalizados, aun así, nos consta que después de su paso por el hospital las agresiones continuaron con la impunidad que implica la imcomunicación a la que fueron sometidos.
Durante el tiempo que fueron detenidos no han recibido comida más que medio vaso de agua.
Es por esto que os pedimos, como colectivo que estaís en la lucha contra la tortura el máximo soporte ya sea difundiendo la noticia o intentando tomar parte en la investigación de las torturas que estan sufriendo las personas detenidas. Tenemos presente que muy probablemente algunas de ellas serán encarceladas, y su situación podría empeorar.
DOS VERSIONES
Según fuentes municipales, la noche anterior la Guardia Urbana procedió a precintar la sala donde presuntamente iba a tener lugar una nueva fiesta ilegal. Sin embargo, la celebración se llevó a cabo con cientos de participantes hasta que, hacia las seis de la mañana de ayer, una treintena de jóvenes que no logró acceder al edificio increpó y se enfrentó a los urbanos que permanecían vigilando la zona. El mismo portavoz aseguró que los jóvenes que había dentro de la fiesta comenzaron a lanzar objetos a los agentes desde el interior.
Fuentes del colectivo okupa señalan, en cambio, que la policía local se personó en la fiesta y obligó a darla por finalizada antes de las cinco de la mañana. Por ese motivo, los squatters no permitieron el paso a los jóvenes que siguieron llegando y se quedaron en la calle. Según las mismas fuentes, los agentes trataron de realizar identificaciones en la vía pública, lo que provocó los primeros enfrentamientos.
Los urbanos pidieron entonces refuerzos antidisturbios y cargaron contra los jóvenes que les lanzaban piedras y basuras en la calle. Un vecino, que contempló la escena desde su balcón, aseguró que el caos se adueñó de la zona y la policía (urbanos y mossos) repartió golpes incluso a gente que gritaba que “no tenían nada que ver con la casa”.
En plena batalla, un agente recibió un fuerte golpe en la cabeza que le produjo traumatismo craneoencefálico y fractura de la base del cráneo. La víctima, J. S. D., de 39 años, fue ingresado en la UCI del Hospital Clínic, adonde acudieron el president Pasqual Maragall y el alcalde Joan Clos. El alcalde aseguró inicialmente que el golpe se produjo por el lanzamiento de una maceta desde el piso donde se celebró la fiesta, aunque posteriormente el ayuntamiento comunicó que se trató de una pedrada intencionada, “una agresión directa”.
Los incidentes acabaron con nueve detenidos (cinco españoles, dos chilenos, un argentino y un alemán) de 20 a 31 años. Los squatters insistían en que entre los arrestados no figuraba nadie conocido por ellos y que los organizadores de la fiesta no intervinieron en la pelea.