Atenas (Grecia): Comunicado de los 93 detenidos de “Villa Amalías” desde de la Dirección General de la Policía

Nada menos que nuestra posición innegociable sobre los espacios sociales que apoyamos y que nos apoyan. Nada diferente de lo que decimos y hacemos desde hace tantos años en las okupas, en los espacios auto-gestionados, en las manifestaciones, en las huelgas y en la calle. Por eso, las autoridades que colocaron a guardias armados fuera de la okupa “Villa Amalías”, jamás podrán conseguir decepcionarnos, desanimarnos, detenernos, hacer que nos quedemos de brazos cruzados.

Hoy, 9 de enero, compañeros y compañeras hemos reocupado el edificio de la okupa “Villa Amalías”, en las narices de las fuerzas represivas que lo estaban guardando. Un edificio asociado con la historia del movimiento subversivo desde hace 22 años, pero también con los valores y principios a los que este da sentido para nosotros.

Desde el primer momento se desplegaron pancartas y se montó un sistema de megafonía, por el cual se leyeron textos. Al mismo tiempo, cientos de solidarios y solidarias se reunieron en las proximidades de la okupa. Dos horas más tarde, las fuerzas especiales anti-terroristas (con la ayuda de todo tipo de fuerzas policiales, así como de un helicóptero), sin ninguna orden fiscal, irrumpieron en la okupa y nos detuvieron.

Al rato, compañeros y compañeras ocuparon las oficinas centrales del partido «Izquierda Democrática», que participa en el gobierno, demostrando (poniendo de manifiesto) la concordancia absoluta de dicho partido político con la política del primer ministro Samarás y del ministro de Orden Público Dendias. Después de una operación policial fueron retenidos 40 compañeros y compañeras.

El Estado, pretendiendo frenar las acciones de solidaridad que fueron surgiendo, optó por invadir un espacio social más, la okupa Patissíon 61 y Scaramangá, deteniendo a otros 8 compañeros.

Reocupamos la custodiada “Villa Amalías”, a sabiendas de que íbamos a ser atacados y probablemente arrestados. Lo volveríamos a hacer tantas veces como fuera necesario, tanto en el caso de ella como en el caso de cualquier otro espacio social de resistencia de los de abajo que fuera atacado. No nos cansamos de repetir: no nos asustan ni sus armas ni el fango que nos echan.

Con esta reocupación hemos demostrado que el ataque por todos los flancos que está realizando el Estado, que hoy pone en el punto de mira las ocupaciones, los espacios auto-organizados, las estructuras del movimiento anarquista-antiautoritario, así como las luchas de clase y sociales, no es un monólogo (ya ha recibido una respuesta). Se ha demostrado que el corazón, la voluntad de luchar y el deseo por un mundo de igualdad y libertad, son más fuertes que sus ejércitos.

Jamás van a lograr derrotarnos, porque por muchas que sean las fuerzas represivas que movilicen, no pueden reprimir la resistencia, la dignidad, la solidaridad.

Jamás van a lograr derrotarnos, porque no somos cien, somos miles. Somos una parte del mundo que lucha contra la barbarie capitalista, el terrorismo de Estado y la fascistización. Una parte de los trabajadores y desempleados nativos e inmigrantes, de los estudiantes, de los que resisten en los barrios, de los luchadores perseguidos y encarcelados, de los que no agachan la cabeza. Junto con ellos levantamos un puño de resistencia, como el que levantamos en el momento de nuestra detención.

Nuestra arma es la solidaridad, la cual hoy hemos sentido muy fuerte. Nuestra fuerza son las resistencias colectivas.

En los tiempos de los memorandos, la miseria impuesta y el cada vez mayor empobrecimiento de la sociedad, constituyen el futuro que está imponiendo el Estado y el capitalismo. En estos tiempos, en los que la violencia del Sistema se escalona y en los que mediante el estado de emergencia constante se establece el totalitarismo, la revolución social es la única vía. En esta coyuntura conscientemente nos tenemos en pie, proponiendo la auto-organización, la resistencia y la solidaridad, e intentamos dar un paso más…: organizar el contra-ataque social y de clase. En unos tiempos en los que la condición predominante es lo de “lo vamos a perder todo”, nosotros luchamos por su inversión: “¡A ganarlo todo!”.

Si no cambiamos nosotros las cosas, entonces no lo va a hacer nadie. Todo continúa…

¡Contra la vorágine de la represión resistimos con la tormenta de la solidaridad!

Todos y todas a la calle, allí donde se juega todo.

Quitaos las manos de “Villa Amalías”, de la okupa Skaramangá, de la radio libre 98FM, el local auto-gestionado Xanadu, la okupa Delta y de todas las okupas, los espacios auto-gestionados y las luchas sociales

Los 93 detenidos de “Villa Amalías”

 

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