Al desalojo de la okupa Villa Kouvelou en Marousi (17 de diciembre) le siguió el desalojo, ayer por la mañana (18 de diciembre), de las 3 okupaciones (Matrozou 45, Panaitoliou 21 y Arvali 3) que formaban la Comunidad de Okupas de Koukaki, donde además de espacios políticos y de auto-organización social, había viviendas. Esta nueva ofensiva viene a continuar con los ataques que se vivieron contra los proyectos de acogida de refugiades y migrantes en verano y es el resultado del final del ultimátum que el gobierno impuso, dando 15 días para evacuar voluntariamente todas las okupaciones, un ultimátum que terminó el pasado 5 de diciembre, y tras el cual el gobierno conservador griego ha prometido mano dura (y esta debe ser la única promesa que los políticos siempre cumplen, la de la represión).
Durante los desalojos en Koukaki, la policía no solo abusó de diferentes formas de les okupas y de les activistas solidaries que se acercaron a mostrar su apoyo a les primees, sino también contra vecines aleatories. Una familia que vive en una de las casas adyacentes al edificio donde se estaban produciendo los desalojos, y que se habrían asomado al balcón para ver lo que pasaba y criticar a la policía por su brutalidad, se convirtieron también en objetivos de ésta. [Leer más]