Barcelona: Ka la Kastanya resiste. Llamada a la resistencia al desalojo del espacio

KA LA KASTANYA RESISTE

Ya ha llegado el momento, tenemos fecha abierta del desalojo.

La policía y la inmobiliaria Elix quieren echarnos de Ka La Kastanya. Después de casi un año de vida, el espacio volverá a estar vacío y a ser objeto de especulación.

En Barcelona, el acceso a la vivienda se hace cada vez más difícil. Luchamos en contra de la mercantilización de los hogares y la esclavitud que esto supone. Un techo es nuestra necesidad básica y no debería tener precio.

Ha llegado el momento de resistir delante de las fuerzas del Estado y el capitalismo de las macroinmobiliarias como Elix. De la misma manera que cuando decíamos que Ca La Trava nunca será pisos de lujo, pedimos el apoyo de toda aquella persona que se sienta interpelada, concienciada y preocupada por la repercusión que tiene la especulación en nuestras vidas. Para evitar que desalojen Ka La Kastanya, necesitamos el calor de las compañeras que se solidaricen con nuestra rabia y la hagan más suya que nunca. [Leer más]

Barcelona: Kastanya a la especulación!

Cuentan las vecinas que allá sobre el año 2018, un especulador podía recorrer el barrio de Gracia de andamio en andamio sin tocar el suelo. Cada andamio era una de las extremidades de un monstruo que siempre ha habitado en todas las ciudades, pero que en los últimos años había crecido a ritmos frenéticos.
Se manifestaba a veces en ordas de turistas, invadiendo calles y plazas que una vez sirvieron de zona de encuentro para las habitantes del barrio. Otras, mediante grúas y hormigoneras que aparecían en cualquier descampado para construir un nuevo complejo de lujo, de un gris intenso que se intentaba camuflar con luces hipster de todos los colores.
Hay vecinas que notaban su presencia debajo del colchón. Cada vez que el propietario imponía una nueva subida en el alquiler, el monstruo salía de su escondite para celebrarlo con una botella de cava “Marca Barcelona”.
Ante tal inhóspito paisaje el Ayuntamiento intentaba aplacar al monstruo pintándole una hermosa sonrisa en cada una de sus terribles cabezas: “¡En este espacio toda construcción se integrará en la arquitectura típica del lugar!” “¡Este nuevo edificio será un proyecto social y cultural que revitalizará la imagen del barrio!”… Proclamaban las instituciones a los cuatro vientos. Sin embargo durante la noche le hacían ofrendas de licencias de derribo y obras, para que el corazón del horrible monstruo bombease con más fuerza.
Se cuenta también, que de vez en cuando el monstruo tenía horribles pesadillas. Eran vecinas que interferían en sus húmedos sueños especulativos ocupando solares que iban a ser construidos, o edificios que se iban a derribar. También le entraban sudores fríos cada vez que la gente se organizaba para detener un desahucio o atacar algún banco o inmobiliaria. [Leer más]