La alianza social-ecologista envía sus fuerzas militares para acabar con toda oposición.
La resistencia sobre el terreno necesita de todxs vosotrxs. La mayoría de los habitantes locales están preparando su partida, si es que no se han ido ya. Mientras que una parte de la oposición al aeropuerto, la más mediática, persiste en perpetuar una lucha jurídica y política, que muestra cada vez más su fracaso, y que no vacila en desvincularse véase condenando las acciones más radicales.
No estamos en Val Di Susa donde la población local tiene el número y la determinación para luchar contra la planificación dantesca de su territorio. Tampoco estamos en Plogoff y en el Larzac, donde el contexto histórico de oposición firme contra la nuclear y el ejército permitieron parar estos proyectos mediante movilizaciones masivas y acciones directas que marcaron la historia del militantismo. [Leer más]