Berlín: Inquilinos se organizan para expropiar a los grandes caseros

Las dinámicas urbanas de Berlín y su clase trabajadora organizada muestran cómo asegurar espacios dignos para la vida y cómo combatir la financiarización de la vivienda: socializarla.

En las últimas décadas, la vivienda ha sufrido en todo el mundo un proceso de financiarización y especulación artificial sin precedentes. Los inversores jamás habían sido tan ricos. El valor mundial del actual mercado inmobiliario es de 217 billones de dólares, 36 veces el valor de todo el oro jamás extraído.

Los beneficios de esta mercantilización del parque de vivienda se han multiplicado a la par que se privatizaba el espacio público y se le asignaba un valor financiero. Los espacios para la vida son ahora complejos productos financieros que pueden ser empaquetados para los fondos de inversión e intercambiados por empresas en todo el mundo. [Leer más]