Praga: Declaración del colectivo Milada, 8.7.2009

  Praga: Declaración del colectivo Milada, 8.7.2009


3 días después del desahucio del squat Milada ofreció un emprendedor Petr Svinka ( un amigo de Michal Kocáb – el Ministro de Asuntos de Derechos Humanos) a los okupas 3 pisos y el sótano en su casa situada en el centro de Praga en calle Truhláøská. Los okupas decidieron a celebrar el contrato de arrendamiento. El alquiler asciende una suma symbólica – una corona, pero los okupas tienen que pagar la agua, electricidad y gas. El contrato es para un tiempo indefinido pero el propietario de casa planea en pocos meses reconstruir toda casa.

Declaración del colectivo Milada, 8.7.2009

A traves de esta declaración, el colectivo Milada quiere definir su posición con respecto a los acontecimientos de los últimos días y también plantear su visión del futuro.

Desde el desalojo de la casa ocupa Milada, nuestro colectivo ha crecido remarcablemente y sigue abierto a nuevos simpatizantes y aficionados. El colectivo funciona como un grupo sin jerarquía, sin líderes y sin liderados, y según los principios de autonomía. Todos los que participan en el funcionamiento del colectivo participan también en los procesos de toma de decisiones. El colectivo toma decisiones consensualmente. Oponiéndonos al orden social actual tratamos de funcionar con principios como el de la solidaridad, igualdad y respeto; nuestras relaciones y aspiraciones no están medidas por el dinero o por el prestigio.

Nos damos cuenta que los espacios en la calle Truhláøská nos han sido otorgados para un fin específico. Las actividades de ocupas en Milada y en cualquier otra casa ocupa, nunca se han dirigido a algo similar. La empresa del señor Petr Svinka está al frente de una corriente de gentrificación y despoblamiento escalonado del centro de la ciudad para remplazar las viviendas por oficinas y espacios comerciales, es decir: una transformación de la estructura de la ciudad modificando las necesidades de los habitantes por las necesidades del comercio. Este tipo de actitudes son directamente opuestas al espíritu de las casas ocupa. Es necesario recordar que la situación provocada por la destrucción del centro Milada, no nos ha ofrecido un espacio suficientemente amplio para maniobrar.

Vale, pudimos rechazar los espacios ofrecidos. Pero no evitaríamos a una ola de crítica solamente habría de otro tipo.

Con esta realidad puesta a la luz hemos reconsiderado nuestro tratamiento de los espacios concedidos. Entre las propuestas (desde el rechazo absoluto de los espacios hasta su utilización como nueva vivienda) y después de una discusión muy larga, decidimos finalmente de utilizar los espacios de manera subversiva. Queremos tratar de cambiar la situación actual y aprovecharla de otra manera de la que se espera.

Los espacios completos de la calle Truhláøská (incluso los pisos que no se usarán para residir) serán utilizados para la animación de nuestras actividades: además de conciertos ocasionales se propondrán, por ejemplo, exposiciones, actividades de Food not Bombs (preparación de comida regular para personas sin techo), organización de talleres públicos y conferencias, explotación del infocentro sobre squating y gentrificación, varias actividades de arte etc. Finalmente, quisiéramos cooperar no sólo con nuestros vecinos pero también con otros inquilinos amenazados e inquilinos bajo la intensa presión del desalojo voluntario. De esta manera queremos apoyar en práctica y en teoría a todo persona decidida a quedarse en su piso actual.

Nuestra lucha y nuestras actividades no terminan con la aceptación y aprovechamiento de los espacios de la calle Truhláøská. Nosotros distinguimos claramente la linea entre las actividades de squating y lo que pasará en calle Truhláøská. Los espacios de la calle Truhláøská cayeron entre nuestros manos como un „producto secundario“ obtenido del esfuerzo de ocupas. Trataremos de llenar estos espacios de positivismo pero no dejaremos de esforzarnos por conseguir espacios libres y autónomos, es decir espacios ocupa.

milada.org


Praga: Breve descripción del desalojo de Milada

  Praga: Breve descripción del desalojo de Milada


El 30 de junio de 2009, alrededor de las ocho de la mañana, una agencia de seguridad irrumpió en la casa ocupada Milada de Praga. La entrada principal fue tirada abajo al igual que todos los obstáculos encontrados, de esta manera comenzó el desalojo de la casa. Esta agencia de seguridad fue enviada por el Instituto de Información para la Educación (ÚIV) quien administra este terreno (de propiedad estatal) y desde el 30 de Junio del 2009, también la residencia Milada pues es a partir de esta fecha que la casa esta registrada en el catastro municipal. Durante la intervención de esta agencia de seguridad estuvo presente la directora del ÚIV, Sra. Zieleniecová, y el alcalde de Praga 8, Sr. Nosek. A pesar de la presencia de estas dos autoridades, los empleados de la agencia de seguridad destruyeron arbitrariamente el equipo de la casa, las ventanas, interiores y objetos personales de los habitantes. Igualmente, vale recalcar que durante esta intervención, los denominados “agentes de seguridad”, quienes por su apariencia, expresión y forma de vestir (marca Thor Steinar) evocaban a neonazis, comentaban entre ellos diciendo que el propósito de su intervención era: “hacer de la casa un lugar inhabitable”.

Justo al comienzo de esta intervención, siete okupas subieron al techo de la casa, su intención era impedir la evacuación completa de la casa. Uno de los agentes de seguridad utilizó gas lacrimógeno para intentarlos hacer despejar el techo. Alrededor de las 10.30a.m. los primeros simpatizantes de Milada comenzaron a reunirse delante de la casa para expresar su desacuerdo con el desalojo. Las primeras unidades de policía igualmente llegaron y comenzaron a cercar el espacio del campus universitario contiguo a Milada; de esta manera, los simpatizantes se vieron obligados a manifestar desde el aparcamiento adyacente. Hubieron empujones y varios lesionados entre los manifestantes, también hubo una detención (esta persona fue revolcada en el suelo, apaleado y amaniatada por la policía).

Alrededor del mediodía también fue detenido uno de los dos acusados de momento.

La agencia de seguridad trató de ahuyentar a los okupas ubicados en el techo utilizando el humo de estufas de la casa. Durante el desalojo una ocupadora del autobús habitable aparcado cerca de Milada, fue atacada por la policía de manera que fue necesario transportarla al departamento neurológico de hospital Bulovka bajo la sospecha de un posible ataque de epilepsia. Ella es una extranjera y a su amigo se le negó el acceso al autobús para recoger sus documentos. Durante la ausencia de esta chica algunos objetos personales ubicados al interior del autobús se perdieron.

La situación se estabilizó por algunas horas: okupas en el techo y manifestantes dentro de la zona definida por la policía. De esta manera comenzaron las negociaciones para permitir el ingreso de una cámara que pueda controlar los daños realizados por la agencia de seguridad, y también para asegurar los objetos personales de habitantes y de visitantes extranjeros que se encontraban en ese momento en Milada. Finalmente el ingreso de esta cámara no fue permitido.

Los residentes de Milada, que se quedaban afuera y temían por sus pertenencias (dinero, cámaras fotográficas, documentos, etc.) trataron de negociar la posibilidad de entrar uno a uno y con resguardo si necesario, pero esto tampoco se permitió.

El temor de los okupas se cumplió cuando el personal de la agencia de seguridad empezó a echar por la ventana los muebles y armarios llenos de sus pertenencias. La destrucción de Milada continuó con la liquidación total del techo. La agencia de seguridad tiraba tejas del techo para alcanzar a los okupas sentados cerca de la chimenea. Cuatro de los siete okupas decidieron bajar con la esperanza de salvar algunas de sus pertenencias. De esta manera, tres okupas quedaban en el techo y los agentes de seguridad decidieron a ir por ellos. Al llegar a uno de ellos, los agentes utilizaron violencia y amenazas para bajarlo. A pesar del gas lacrimógeno nuevamente utilizado y de los repetidos intentos, dos okupas quedaban en el techo. Así comenzó la intervención del Ministro de Asuntos de Derechos Humanos con el director de la Policía de Praga, quienes comenzaron una negociación que duro tres horas.

En el contexto de las negociaciones, la impunidad para los residentes fue garantizada así que la promesa de futuras negociaciones para un nuevo espacio que sustituya a Milada. Terminada esta negociación los dos okupas finalmente bajaron del techo.

milada.org