Algunas informaciones y reflexiones en torno a los recientes ataques represivos hacia lxs anarquistas en Uruguay.
El 21 de Marzo es desalojado el centro social autónomo La Solidaria, después de casi un año y medio de la llegada del primer cedulón, de las idas y vueltas de un largo proceso y de una agitada campaña en rechazo y resistencia a esta amenaza inminente. Estas líneas van para aquellxs que deseen tener otra versión de los acontecimientos, distinta y poco cómoda, diametralmente opuesta a la de los medios de desinformación que se encargan de crear opiniones y realidades a fuerza de miedo, fábulas y espectáculos en defensa y perpetuidad del sistema que la alimenta. Prensa que muy convenientemente contará una parte y con pretendida ceguera “analizará” los hechos y volcará su versión hacia una masa inerte que digiere morbo consumiendo ese relato.
Para repudiar el desalojo fue convocada una concentración, que reunió más de cien personas que buscaban, más allá de defender su espacio físico, defender una visión del mundo que desea existir sin el poder, que alienta a la creación de relaciones que caminen en el sentido opuesto al de la autoridad y de la dominación. Tal manifestación, demostraba en la calle que la energía que por cinco años impulsó a este proyecto, estaba y seguía más viva que nunca. La casa quedaba para atrás, nuevamente volviendo a ser lo que había sido un día, antes que la ocupasen, un montón de hormigón al servicio del capital. Ese día perdimos una casa, pero ganamos la calle, nos despedimos de La Soli con fuego cortando la avenida, con una pequeña fiesta destructiva que atacó la materialidad del poder y la monotonía ciudadana. [Leer más]