Cuando la represión es cotidiana, la lucha ha de ser constante.
El pasado día 4 de noviembre despertábamos con una nueva operación antiterrorista en Madrid, cuando todavía no acabábamos de asimilar la que se produjo una semana antes en Barcelona (la continuación de la “operación Pandora”) que se saldó con 9 personas detenidas.
En la llamada “operación Ice” se detuvo a cinco compañerxs del colectivo Straight Edge Madrid, tres de ellxs acabaron en libertad con fianza y otrxs dos con ingreso en prisión provisional, de lxs cuales unx continúa encerradx.
Estas operaciones, como lo fueron antes Columna, Pandora o Piñata, vienen a engrosar la criminal propaganda de Estado para instaurar un clima permanente de inseguridad y de alarma social, necesario para perpetuar la cultura del poder y el control en un momento en que la agitación social y la conflictividad tienen visos de aumentar. Todo se reduce a crear los contextos favorables a sus medidas represivas, por encima de quien haga falta. [Leer más]