Navarra: Aritzkuren, 25 años repoblando la esperanza

La “segunda historia de Aritzkuren” se remonta a la acampada por la Insumisión Total (Insumisioa Osoa) que se celebra en Ondarru (Bizkaia) en agosto de 1994. En aquellas jornadas coinciden miembros del Centro Social Minuesa de Madrid, desalojado cuatro meses antes, junto con gentes que habían estado en el gaztetxe Lore Etxea de Iruñea. De ese encuentro fértil, se pasa rápidamente a buscar un lugar en el mundo.

El pasado 8 de abril se cumplieron los primeros 25 años de la segunda historia de Aritzkuren. Entonces era un pequeño pueblo en ruinas situado en las laderas del pico Araxamedi de la sierra de Zarikieta, en el valle de Artze, con apenas 4 ó 5 caseríos y una iglesia. De la primera historia tenemos documentada su existencia ya en el siglo XIV, alcanzando su máximo de población —en torno a 40 almas— entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Como en tantos otros pueblos del Prepirineo, sus habitantes habían logrado un alto grado de soberanía alimentaria y energética. Una mezcla de actividades ganaderas y forestales, combinadas con la agricultura de autoabastecimiento (cereal, huerta, viña y algunas frutas) se abrió paso entre terrenos escarpados y mucha pendiente, y constituyó la base de su economía campesina. [Leer más]

Huesca (Aragón): 8-17 de septiembre 2017, Jornadas de Okupación y Resistencia Rural en Casa Selba

!!En defensa de la okupación rural y del territorio¡¡

¿Okupación rural?

La okupación rural es una práctica política menos conocida que la okupación urbana. Sin embargo existe y es fuerte en muchos lugares del mundo. Según las circunstancias que llevan a la okupación rural, sus características son diferentes. Hay las que se realizan para defender un lugar contra la construcción de grandes infraestructuras (la ZAD en Nantes, Anti-TAV en el Valle de Susa, la Anti-MAT en Girona), aquellas que tratan de salvar bosques ante empresas energéticas (Hambach en Colonia) o las que recuperan pueblos abandonados del olvido. Este último es bastante extendido en el Estado español y, sobretodo, en el Pre-Pirineo de Huesca. Pero aunque las características sean diferentes, muchos de los objetivos que persiguen son comunes, como por ejemplo la defensa del territorio y el experimentar nuevas formas de vida, al mismo tiempo que se buscan fórmulas de emancipación individual y colectiva.

Durante los últimos 20 años, desde el desalojo de Sasé, unos de estos pueblos abandonados que se encuentra en La Solana (Huesca), la okupación de pueblos rurales y del territorio abandonado, ha gozado de cierta tranquilidad. Sin embargo, en los últimos meses la represión se ha incrementado y que vivimos un momento de amenaza hacia la okupación rural es más que evidente. Lxs compañerxs de Fraguas (Castilla-La-Mancha) se enfrentan a un juicio en el que les piden 4 años y medio de cárcel a cada unx de lxs acusadxs y 26.000 euros para pagar el derribo de las casas que ellxs mismos han reconstruido. En Urniza (Navarra) también tienen que hacer frente a la presión por parte de los forestales, además de haber recibido una carta de deshaucio y están a la espera de una respuesta por parte de la administración foral. En varios pueblos de Huesca, están recibiendos diferentes presiones, sean a través de multas, amenazas, intentos de negociación tramposa, etc. Para acabar, lxs compañerxs de Casa Selba (Huesca), són los primeros que ya han sufrido en sus casas esta represión. El 25 de mayo de 2017 se han enfrentado a un juicio, por usurpación, del que han sido absueltos, pero todavía corren peligro de desalojo, a la espera de que pasos van a dar quienes destruyen el territorio para echarlos del espacio que con tanto trabajo han recuperado. [Leer más]

Nafarroa: Aritzkuren bizirik. Apuntes para una historia ecosocial del valle de Artze

En 1987 a propósito de la lucha contra el embalse que se pretendía construir en el valle del Pas (Cantabria) Jesús Ibáñez escribía: “La guerra es de la ciudad contra el campo. Los campesinos son un engorro: pues tienen memoria, resisten. Primero serán eliminados los montañeses, luego los llaneros. Además ¿quién iba a consumir las comidas y bebidas sintéticas de las transnacionales si no fueran eliminados los campesinos y ganaderos? El Avecrem y la Cocacola pueden ser opciones de gourmet: basta que como alternativa sólo queden el fango y el agua de cloaca”. Algún día tendremos que escribir colectivamente la crónica de esta guerra de la ciudad contra el campo, la crónica triste de esta guerra de la modernidad capitalista contra las raíces y las culturas campesinas,… sirva este texto para dar cuenta de una pequeña victoria que podría contener semillas de un mundo mejor.

El valle de Artze en el norte de Nafarroa es unos de esos territorios que en el proceso de modernización agraria del siglo XX quedaron rezagados, desplazados y derrotados. Terrenos montañosos y mal comunicados, suelos pobres, climatología adversa y una población con una identidad muy fuerte y refractaria al cambio… confluyen en un paisaje agreste que a principios del siglo XX aún se mantiene relativamente al margen de los flujos culturales, comerciales y políticos del desarrollo capitalista, y por lo mismo conservan altos grados de soberanía alimentaria y energética y mantienen una rica vida comunitaria que cristaliza en instituciones y prácticas de apoyo mutuo y cooperación social muy eficientes y de larguísima raigambre histórica. [Leer más]