El grave problema de narcotráfico que se ha instalado en el distrito de Ciutat Vella no se solucionará solo con la ley aprobada el martes pasado en el Congreso de los Diputados porque es una consecuencia directa de la especulación inmobiliaria.
Muchos fondos de inversión inmobiliaria han estado siguiendo los últimos años una estrategia de degradar los edificios y el barrio recurriendo, si es necesario, al “mobing” de vecinos con contratos antiguos o que se resistían a abandonar sus hogares.
Mediante esta estrategia han ido consiguiendo apoderarse de edificios enteros a bajo precio para convertirlos dentro de un tiempo en viviendas de lujo para extranjeros o turistas. Este “mobing” ha consistido en distintas formas de presionar a los vecinos: dejar de hacer reparaciones, provocar averías en los suministros, amenazar directamente o fomentar que algunos intrusos molestos se instalaran en los pisos vacíos.
Ya hace unos años, esos fondos de inversión “contrataron” equipos enteros de intrusos que le hacían la vida imposible a los vecinos que aún resistían. La evolución de esos “equipos” a estas mafias organizadas era previsible y aquí las tenemos. [Leer más]