Colectivos y vecinas se organizan para defender el espacio los próximos días.
Viernes 4 de septiembre. En torno a las 8 de la mañana, la llamada de un vecino del barrio de Gros, en Donostia, alertaba de que vehículos de demolición se habían situado junto al centro social Kortxoenea y estaban comenzando a derribarlo. Minutos más tarde, llegaban al lugar algunos de los miembros del colectivo que gestiona el espacio y conseguían acceder a su interior, impidiendo así que el derribo siguiera adelante. El encargado de la obra dio entonces parte a la policía, hasta entonces completamente ausente, quien, ante la incipiente llegada de vecinas que venían a mostrar su apoyo al gaztetxe, desalojaba a las personas que habían accedido al centro y desplegaba un cordón policial que impedía el acceso al mismo. En las horas siguientes, docenas de personas se acercaban a Kortxoenea a mostrar su solidaridad e intentar detener el derribo. [Leer más]