La madrugada del 13 de mayo irrumpían en nuestras casas y en el espacio anarquista La Emboscada -tres semanas después de su inaguración- una unidad de antidisturbios junto con el grupo 21 de la Brigada Provincial de Información de Madrid, dedicado excusivamente al espionaje y cacería de anarquistas. Nos informaron que traían una orden de registro y de detención para dos de nosotras bajo la acusación de terrorismo. Durante el registro, que duró aproximadamente 6 horas, compañerxs de todo Madrid se acercaron a mostrar su apoyo.
Mientras tanto, la policía parecía especialmente interesada en llevarse ropa: abrigos de colores y negros, bufandas de colores concretos, fulares, pañuelos de flores, calzado específico; también les interesaban las agendas, calendarios, algunos cuadernos, algunas anotaciones, notas entre las páginas de los libros, ordenadores, discos duros, tarjetas de memoria, usb, móviles, cámaras fotográficas y de vídeo, CDs y DVD, herramientas de construcción y, en especial, martillos; así como pegatinas, parches y camisetas de la marca M.A.L.P.; carteles y propaganda en relación a la contracumbre del G20 2017. [Leer más]