Son tantas las urgencias alas que hay que responder y no tantos los medios ni las personas, que es difícil pararse a pensar aunque haya momentos en que se ve la necesidad de decir algo, de explicar e intentar entender las cosas pues tienen consecuencias y parece que no es importante y si que lo es.
Desde siempre en Barcelona y en muchos lugares surgen diferentes formas de hacer ante problemas y conflictos sociales. Simplificando para que se entienda mejor, a una forma de responder clásica, se le llama la Plataforma, en lenguaje común la sopa de letras. Un sinfin de organizaciones estampan la firma, cada cual con sus razones para hacerse notar o demostrar fuerza. A veces sirve pero normalmente son más las firmas que las voluntades, acciones y personas que se suman. Forman parte más de la vieja política en el sentido de hacerse ver que no en juntar fuerzas y asumir los problemas de raíz, para conseguir estas firmas de gente tan diferentes se han de pactar mínimos más por razones tácticas o de estrategia, sobre todo si están presentes instituciones o grandes organizaciones con lo que no suele servir para mucho.
Por otro lado están las campañas y las acciones sobre la base, en las que las organizaciones tienen menos peso y gana más la lucha diaria común, se abre el espacio a las personas y a los grupos pequeños y lo importante se va construyendo sobre la experiencia. Tiene sus problemas pero siempre abre más posibilidades. No desprecia a las organizaciones como a veces se piensa, sino que ceden protagonismo al movimiento y son más difíciles de rentabilizar, normalmente las instituciones, y organizaciones de orden les incomoda este tipo de actuaciones. [Leer más]